ACUARIUM--uno
AL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIAN
EXCMO. SEÑOR
Cuando se constituyó la
Sociedad de Oceanografía de Guipuzcoa el año de 1906, no fue por establecer un
organismo más que no tuviese un fundamento serio con relación a las necesidades
locales, sino después de reflexionar acerca de la historia y de los
antecedentes marítimos, evocados algunas veces por los eruditos. Era necesario
a nuestro juicio exponer a la contemplación de la masa popular los testimonios
de pasadas grandezas que recuerden que los vascos iniciaron la pesca de la
ballena y del bacalao en sus atrevidas
correrías en las aguas septentrionales del Atlántico; que Guipuzcoa tuvo su
gran poder naval, su envidiable riqueza industrial y mercantil porque tenía en
el mar puesta su mirada para arrancarla los inmensos recursos de su fecundidad,
y que hoy, una novísima ciencia extendida por todo el mundo civilizado estudia
el cultivo de sus profundidades, su ordenada explotación, para procurar a la sociedad
humana mayor bienestar económico y acrecentar el conocimiento de los fenómenos
naturales, atendiendo al mismo tiempo a las exigencias perentorias del consumo
para la subsistencia, cuyas atenciones, día llegaría sino que se vería cubrir
la industria de la pesca reducida a la explotación de una limitada faja de
nuestros litorales y que por trabajar en tan pequeña zona empujados por la
rutina es causa hoy de pobreza y de continuadas contiendas que traen malestar a
la gente de mar.
Heroicos descubridores y
aventureros hicieron de la nación potencia marítima, industrial y mercantil,
porque a su empuje denodado se organizaron pesquerías, astilleros y compañías
de navegación. Hoy es producto esta clase de iniciativas, de trabajo laborioso
y de cultura especializada con el mayor sentido práctico y los ejemplos adquiridos
de los grandes pueblos.
Asusta por esta razón
ver la transcendencia de las Conferencias Científicas Internacionales en que se
reúnen las más encumbradas inteligencias del Orbe para el estudio y exploración
de los mares que se realizan con medios poderosísimos facilitado por los
gobiernos respectivos. Por eso la Sociedad de Oceanografía al nacer, fijó
modestamente sus aspiraciones máximas, en observar y estudiar el trozo de mar
que baña nuestra costa, acción limitada a casi todos los laboratorios
biológicos costeros que son admirables auxiliares de las grandes experiencias
hechas en el mar libre.
A pesar de ello nuestro
pensamiento nos llevaba a desear para nuestro pueblo un Museo que estuviese a
la altura de su fama y de su importancia: un Museo como el de Mónaco, gallarda
construcción que levantó el malogrado Príncipe de ese diminuto Estado, aportando
además de su dinero los resultados de sus profundos estudios y de sus
maravillosas colecciones obtenidas en sus afortunadas campañas; un Acuario como
el de Nápoles o Berlín, encanto de los ojos, sorpresa del ánimo encantado de
verse viajero de las profundidades del Océano, donde sorprende a los animales
en pleno movimiento y en su propio medio donde viven. De todo esto surgió aquel proyecto llamado “Palacio de Mar” obra
descomunal por su arquitectura y de difícil realización por falta de recursos
indispensables.
Pobre de bienes de
fortuna pero en la plenitud de energías, formó la Sociedad en los actuales y
deficientes locales, de escasa capacidad, las instalaciones que hoy cuenta y
que no tiene adecuado lucimiento, lo que hace necesario elevar ese proyectado
edificio. Confiando en el esfuerzo de nuestra voluntad buscamos una solución
conveniente y satisfactoria que es el proyecto que sometemos a su consideración
para que así la ciudad de San Sebastián sea la primera y única que cuente en
España con un centro donde se alberguen todas la manifestaciones de la vida
referentes a la comarca; para que los turistas y forasteros que llegan atraídos
por la caballeresca y gloriosa historia de la Nación y la fama de sus notables monumentos
de su Arte y de las características pintorescas de sus variadas comarcas y la
interesante y magnífica ciudad donostiarra con sus admirables bellezas
naturales y las comodidades y distracciones que reúne, sientan una sensación
especialísima e intensa ante esos hermosos atributos de la historia de la
ciencia y de la cultura que evoquen nuestra antigua gloria y esplendor y
muestren las modernas actividades del trabajo en relación con ese inmenso campo
de producción que es el mar, que tanta riqueza y honor proporcionó a Guipuzcoa
durante varias centurias, así como a San Sebastián que desde tiempo inmemorial
ostenta en su escudo su nave emblemática.
Ya posee la Sociedad
como puede V. E. comprobarlo el estudio del futuro centro, la elección de
terreno que habrá de solicitar del Ministerio
de Fomento.
Esta Sociedad desea que
el proyecto sea obra de buena voluntad, de comprensión y de simpatía unánime
del pueblo donostiarra.
Se va a incoar el
oportuno expediente enseguida, por ello la Sociedad tiene el honor de exponer
todo el pensamiento al Excmo. Ayuntamiento como genuina representación que es
de la Ciudad y a fin de que haga si procede, las observaciones que crea
pertinentes.
A la Excma. Diputación
de Guipuzcoa, le ha complacido mucho, acordando la concesión de un crédito de
cincuenta mil pesetas.
Si el Excmo.
Ayuntamiento que tanto amor profesa a las instituciones de cultura, se digna
también prestar su generoso apoyo, otorgando alguna cantidad, el nuevo edificio
podrá alzarse orgulloso de haber sido saludada su construcción con la más
calurosa y afectuosa acogida del espíritu unánime de un pueblo; y así merecerá
gratitud eterna.
En el proyectado
edificio se tendrá en cuenta todas las condiciones que ha de reunir para los
fines de cultura y de investigación científica a que se destina sin derroches
de lujo superfluos, pero dotándole de una solidez a toda prueba y de un aspecto
que no desdiga del magnífico cuadro en que se asiente, sino que más bien añada
un nuevo atractivo a nuestra imponderable bahía.
En él se instalarán, la
Escuela de Pesca, con sus dos secciones de
Náutica elemental y fogoneros habilitados que actualmente funciona con
muy buenos resultados, problema este de enseñanza y de vulgarización de
conocimientos entre la juventud marinera que está íntimamente ligada al progreso
de la industria pesquera además de la mejora de conocimientos de vida del mismo
individuo; los laboratorios donde aparte de trabajar el personal de la
Sociedad, acoja y facilite los estudios de su especialidad tanto a los
profesores como a los alumnos aventajados de Universidades nacionales y
extranjeras; la presentación al público visitante de los enseres y artes de
pesca en sus diversos procedimientos, modelos de todas las embarcaciones
dedicadas a esa industria, aparatos de Oceanografía, cartas marinas e
hidrográficas antiguas y modernas, colecciones de toda clase de seres que
pueblan el Cantábrico, exhibiendo en láminas, fotografías o dibujos las
especies interesantes de que no se hayan obtenido ejemplares expuestos de otro
modo, pero, que sin embargo son un valioso medio de ilustración.
En amplio Acuárium, lo más
completo posible, mostrará el género de vida de los peces con sus sorprendentes
y bellas coloraciones, su constante movimiento, su voracidad y fiereza que
tanto deleitan al público; una pequeña sección etnográfica del pescador vasco
donde se ofrezca su habitación con los utensilios peculiares de otra época, su
indumentaria la expresión gráfica de sus típicas costumbres y por último el
Museo Histórico Naval en el que contemplan los retratos y recuerdos de los
valerosos y célebres Almirantes, Cosmógrafos y descubridores Guipuzcoanos, con
la visión de sus hechos más salientes, los modelos de las famosas Naos que
sirvieron de pedestal a su gloria y las casas solariegas donde nacieron que
forman un curso de arquitectura muy curioso del país; y todo ello reunido un
compendio en el que desfilan en breve tiempo varios siglos de nuestra historia
marítima heroica y grandiosa.
El emplazamiento del
edificio, debe reunir varias condiciones esenciales; estar próximo al mar y en
un punto en que el agua tenga cualidades de gran pureza y sea muy batida y de fácil
toma a los depósitos de abastecimiento de las piscinas así como el acceso a las
especies vivas que capturadas en el mar se transporten rápidamente al acuario,
circunstancia que además, permite el necesario contacto con la gente pescadora
que familiarizada con nosotros y comprendiendo los fines perseguidos se
convierta en auxiliar eficaz que aporte en las mejores condiciones de
conservación otros ejemplares que nutran las colecciones que se ordenarán y se
clasificarán. Igualmente, se favorece la asistencia de ellos a la escuela de
Pesca, ya que esta se hallará enclavada dentro de la zona en que habitan,
obteniéndose con esta vecindad el que los individuos más reacios que no
concurren a las clases en los días de arribada forzosa que el mar desata sus
temibles furias se aficionen a visitar el Acuárium y los Museos despertándoles,
quizás, nobles estímulos hacia el estudio al percatarse de que se
instruyes en asuntos de su profesión porque
ya se explican muchos fenómenos observados anteriormente y se los confirman los
sabios profesores que vienen a trabajar y que expondrán cuantos adelantos y
progresos se alcancen en ese orden de conocimientos. Así ese plantel de hombres
robustos de nuestra raza, tendrán en su barrio un establecimiento de aprendizaje
para la pesca donde se puede instruirse gratis para desenvolverse en un trabajo
útil para él para la colectividad, lo mismo al ingresar en la Armada de Guerra
Española que al figurar entre el personal que dota los vapores y que,
generalmente, se halla en estado rudimentario de capacidad profesional.
Otra circunstancia que
debe reunir el emplazamiento, es estar situado en lugar concurrido, de mucho tránsito
de público, especialmente del que busca
distracciones y esparcimiento de espíritu.
Tres emplazamientos
tiene estudiados la Sociedad de Oceanografía en sus largas horas de estudio del
proyecto y los tres reúnen casi todas las condiciones mencionadas, pero de modo
más terminante las llena el que resueltamente se propone en esta Memoria, o
sea, el que puede cubrirse sobre las rocas inmediatas al sitio denominado del
Mirador en Cai-arriba, adosado al muro del mar del paseo del Príncipe de
Asturias y escalinata de bajada al muelle
en la actual terminación de la carretera.
El proyecto, como se desprende de los planos
ocupan un solar de unos 500 metros
cuadrados y está desarrollado en tres plantas dividida
cada una en tres partes, dos laterales en que se sitúan los distintos servicios
que detallaremos y una parte central muy espaciosa dedicada a Acuárium y Museos
en las respectivas plantas que se hallarán en comunicación entre sí por dos escaleras
situadas en las partes laterales que hemos indicado y permitirán circular en
los días de mayor aglomeración de visitantes.
PLANTA BAJA.- 1º-
Escuela de Pesca con sus dos clases de Náutica elemental y de Fogoneros, habilitados
con capacidad para más de 50 alumnos cada una, estando la segunda dotada de
caldera y máquina de vapor. Arranque de la escalera de acceso, W. C. y
lavabos,= 2º Sala destinada a Acuárium con capacidad para diez y nueve piscinas
de tres metros cuadrados cada una, muchas de ellas divididas en dos y tres
compartimentos. 3º= Tres departamentos destinados respectivamente a sala de
disección, selección y preparación de ejemplares para el Acuárium y colecciones,
con almacén de frasquería vacía y de ejemplares preparados repetidos para
intercambio con otros establecimientos análogos; una sala con dos bombas y
motores que habrán se asegurar el abastecimiento de agua corriente de mar,
necesario al buen funcionamiento y conservación del Acuario, con un pequeño
taller de reparaciones. Y por último un depósito de enseres de pesca, para la
captura de ejemplares. En esta parte está situada la otra escalera que le pone
en comunicación con las demás plantas.
PLANTA PRINCIPAL.- 1º
entrada al vestíbulo, arranque escalera, Sala de Juntas, Secretaría, Archivo y
Biblioteca que tanta importancia reviste en establecimientos de esta clase. 2º-
Sala Museos de Pesca, Oceanografía e Historia Natural del mar principalmente
con preferencia a las manifestaciones y seres propios de nuestra costa y ríos
de la región. 3º- escalera 4º- laboratorios dotados de agua corriente de mar y
dulce, gas y electricidad con capacidad suficiente para que puedan trabajar
holgadamente dos personas en cada uno. Se completa esta planta con dos W. C.
dos lavabos y un cuarto ropero.
PLANTA ALTA.- 1º.-
Escalera.- Casa habitación para el guarda con cocina, comedor, tres dormitorios
y W. C. con una puerta de escalera al
primer rellano de la escalera que conduce de CAI-ARRIBA al paseo. Instalación
en que se reproduce la cocina antigua y dormitorio del pescador vasco.
2º.- Salón central
destinado a Museo Histórico Naval.
3º.- Una galería
fotográfica con su cuarto oscuro, un laboratorio y una salita afecta al Museo
Histórico para reparaciones, depósito, etc.
Debajo de la planta baja
habrá un depósito de agua de mar de reserva de unos 100 metros cúbicos
que será renovado constantemente y en la parte alta otro de unos 20 metros cúbicos
de donde se distribuirá con la necesaria presión.
El edificio se elevará
sobre una sólida cimentación de mampostería hidráulica que asiente sobre las
rocas y serán de cemento armado columnas, vigas y pisos; las fachadas de molón
de piedra sacada del mismo Monte Urgull, si es posible, y se rematará con una
terraza algo más baja que la rasante del paseo, pero con acceso desde el mismo
por medio de dos o tres escalones, asomando un esbelto torreón de poca altura, caso de no oponerse a ello alguna dificultad
por parte de esa Excma. Corporación Municipal.
Estos son los propósitos
de la Sociedad de Oceanografía y esta la descripción a grandes rasgos del
edificio que proyectamos construir para el desenvolvimiento y prosperidad de nuestros futuros planes de
cultura marítima.
A las muy claras luces
de V. E. no se ocultará, que la Sociedad que ante V. E. comparece, no ha de
poder realizar tan magna obra con sus únicos recursos. Y está segura de que al no
dudar V. E. de lo plausible de la finalidad y de la labor utilísima que ha de
realizar la institución que se proyecta,
se apresurará gustosa a cooperar haciéndola viable en la obra proyectada, ya
que en definitiva muchos y acaso la mayor parte de los beneficios que han de
conseguirse son de los que V. E. puede y debe considerar como cosa propia.
Así bien, es indudable
que la realización del proyecto señalado no debe hacerse sin contar con el
completo asentimiento de V. E. y bueno es
hacer constar que la recurrente tiene el firmísimo propósito de obrar en firmísima
armonía con V. E. con la aspiración sincera de que sus planes no puedan
contrariar ni imponerse a propósitos de V. E.
exteriorizados o no; y menos
menoscabar lo que V. E. estima de
sustancial en cuanto a urbanización estética.
Queda pues sentado que
al someter al examen de V. E. el presente
escrito se somete interesando su consciente asentimiento, cuanto a
emplazamiento y líneas generales del edificio se contrae en la inteligencia de
que al hacerlo, no tan solo la demanda de la opinión favorable de V. E. para el
momento oportuno de su audiencia en el expediente que se incoe, sino el consejo
valioso y cordial si necesidades o conveniencias que la recurrente ignora
impusieran de común acuerdo alguna modificación en el emplazamiento señalado.
Por todo lo expuesto, la
SOCIEDAD DE OCEANOGRAFÍA DE GUIPUZCOA, a V. E.
SUPLICA: Que reconocida la utilidad indudable
de la obra que proyecta realizar y la imposibilidad de que la realización se
haga con los solo recursos con que la recurrente cuenta, se digne acordar se
digne acordar la concesión de una subvención cuya cuantía V. E. juzgará habida
cuenta del presupuesto e importancia de la obra.
Y que así bien se digne
informar favorablemente en el momento oportuno y en el expediente que se incoe,
la petición que para la concesión del terreno destinado a emplazamiento ha de
formular la recurrente a no ser que si V. E.
por consideraciones que la recurrente desconoce, lo juzgare inadecuado,
en cuyo caso la que suscribe espera los consejos y la ayuda decisiva de V. E.
para obrando 3n armonía, arbitrar el emplazamiento conveniente.
Dios guarde a V. E. muchos años.
San Sebastián 5 de
Diciembre de 1923
EL PRESIDENTE: Vicente
Laffitte SECRETARIO: Eduardo
ilegible
Excmo. Señor:
Considera esta Comisión de
Fomento altamente plausible y digna de que sea atendida la solicitud que con
fecha 5 de actual, dirige la Sociedad de Oceanografía de Guipuzcoa, pues su
iniciativa tiende a llevar a cabo la construcción de un Palacio del Mar, cuyo
emplazamiento se señala sobre las rocas inmediatas al sitio denominado el
Mirador en Cai-arriba, adosado al muro del mar del Paseo del Príncipe de
Asturias y la escalinata que da bajada al muelle en la actual terminación de la
carretera.
El proyecto en cuestión,
cuya explicación detallada se consigna en el escrito de la citada Sociedad que
se acompaña, merece en principio la aprobación de esta Comisión de Fomento,
cuyo fin considera sumamente beneficioso para San Sebastián, pero antes de
fijar los recursos o medios con que contribuir a la proyectada obra e indicar
la cuantía de la subvención que había de proponer, desearía conocer su coste
aproximado y entonces teniendo en cuenta la utilidad e importancia de esta
Empresa, es cuando podría indicar la solución que a su juicio estimase más
pertinente y adecuada.
Es cuanto esta Comisión
tiene el honor de manifestar.
San Sebastián, 22 de
Diciembre de 1923
EL PRESIDENTE: Miguel Pérez
Egea
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