LAS CRONICAS DE SIRIO ALACAIN
LOS PROGRESOS DE
SAN SEBASTIAN
I
Hace treinta años que la piqueta
demoledora principió con entusiasmo en derribo de las murallas que circundaban
a nuestro querido Donosti. Grande era
la alegría de muchos, pero mayor el pesar de antiguos moradores que, con las
murallas, sospechaban desaparecerían los encantos que encerraba su tacita de
plata, como entonces la llamaban y las modestas costumbres que heredaron de sus
antepasados y con ellas vivían felices y contentos.
Honrados y alegres por carácter,
formaban de la población una sola familia y respetando la posición de cada
cual, fraternizaban con la mayor alegría, organizando juntos toda clase de
diversiones, habiendo llamado la
atención San Sebastián desde remotos tiempos por la originalidad, sencillez y
buen gusto de sus fiestas. Era tal el entusiasmo que tenían por su pueblo, que
refiriéndole un señor sacerdote a un moribundo las maravillas del Paraíso,
replicaba el enfermo: “Sí, señor cura; todo eso es verdad, pero difícil me
parece que será encontrar allá arriba un rinconcito tan bonito como San
Sebastián.
No es, pues, extraño que hubiera
entonces refractarios al derribo de murallas; pero puede asegurarse que ni
éstos, ni los que de otro modo pensaban, imaginaban el gran incremento que la
nueva población había de tener.
De mis anteriores artículos, que
con el título de Antigüedades y recuerdos
han visto la luz en los tomos XXII, XXIII y XXIV de la Euskal-Erría, , puede deducirse como era el antiguo San Sebastián y
las costumbres de sus habitantes, y ahora, para que los venideros puedan juzgar
lo que se ha hechos en estos treinta años, digo mal, en estos veintisiete años,
porque hay que rebajar tres de la malhadada última guerra civil, en cuyo tiempo
estuvieron paralizadas todas las obras, causando la miseria y ruina de muchas
familias.
En la época en que estamos,
fines de 1893, puede decirse que está casi concluida la edificación con
suntuosas casas y hermosos edificios desde el Boulevard hasta la calle San
Martín, siguiendo esta recta a nuevo y magnífico paseo de los Fueros y puente
provisional de madera de la estación del ferrocarril, dando frente con buenos
soportales al nuevo templo del Sagrado Corazón de Jesús de estilo gótico, cuya
construcción se va adelantando con rapidez. La fachada principal de este templo
mira por la calle Hernani al magnífico de Santa María.
Los edificios públicos
construidos en la época referida y terreno demarcado, son el notable de la
Diputación, con sus accesorios de Gobierno civil, Correos, Fábrica de Tabacos,
haciendo frente a la hermosa plaza de Guipuzcoa. El Gran Casino en el parque de
Alderdi Eder; Gobierno militar, frente
al muelle; gran fábrica de luz eléctrica, Alhóndiga o depósito de la
Diputación; Montepío, Instituto y Biblioteca popular; gran hotel de Londres,
Inglés, Ezcurra, Francia, Berdejo y el Internacional.
Dos hermosos mercados de hierro
y cristal, abundantemente surtidos de toda clase de comestibles para satisfacer
al más delicado y mayor gastrónomo.
Asilo de Niños Huérfanos al
cuidado de las hermanas de la Caridad, dirigido por una Junta de señoras,
siendo presidenta Doña Desideria P. de Elósegui, y Secretaria Doña María Dolores
de Churruca. Nuevo frontón de Beti-Jai,
muy bien situado con vistas al mar y al rompe olas de la Zurriola.
Fuera de la zona marcada se han
construido en el Antiguo el Palacio Real de Miramar, de estilo particular,
admirablemente situado. La nueva Iglesia situada a la falda del Palacio en la
plaza de Alfonso XIII, resultando de buena perspectiva la plaza por los
edificios construidos por el rico propietario Sr. D. José Antonio Elorza. La
Cárcel celular, administrada perfectamente por hermanas de la caridad, primer
ejemplo en España que al visitarla, siendo Ministro de Fomento el Sr.
Canalejas, gustóle mucho y dijo: “Hasta en esto se habían de distinguir
ustedes”
El castillo o palacio de
Satrústegui, habitado por el gran duque Wladimiro, primo del emperador de todas
las Rusias. Gran casa de escuelas públicas para niños de ambos sexos. Casa
cuartel de la Guardia Civil y de la Escolta Real, habiéndose abierto una
carretera que conduce del Antiguo a la de Hernani, cerca de Ayete.
A la falda del monte Ulía se ha construido
el matadero de reses de Cemoriya, y el Hospital Civil de Manteo, asistido por
hermanas de la Caridad y dirigida por una Junta de Beneficencia presidida por
el Alcalde, siendo su administración, como ha sido siempre, modelo, atendiendo,
además del hospital la Santa Casa de Misericordia y al ex convento de Uba,
donde se encuentran los niños de ambos sexos, pasando el total de acogidos en
los tres benéficos establecimientos de 500 individuos, todos esmeradamente
asistidos.
En el alto de Miracruz, el
suntuoso colegio de Nuestra Señora de la Asunción, y en Ategorrieta el de
Notre-Dame-d`Anglet, dándose en ambos muy esmerada educación en todas las ramas
a las señoritas.
En Ategorrieta reencontraba la
estación del tranvía, el depósito de coches y cuadras para caballerías de la
misma, que recorre desde Rentería hasta más allá del antiguo, y el gran frontón
de Jai-Alai.
En los terrenos llamados de Gros
el convento de las Oblatas o arrepentidas y varias casas de campo, hallándose
en construcción la nueva iglesia, de bastantes proporciones y estilo gótico, habiendo cedido gratis terreno y
materiales los descendientes de D. José Gros, cuya falta se siente por el genio
activo, emprendedor e inteligente de aquella naturaleza privilegiada.
Fábricas mecánicas de aserrar
maderas del Sr. Urcola y del Sr. Múgica.
El hermoso puente de Santa
Catalina: de aquí a Pasajes puede decirse que es una calle de casas y hoteles
con hermosos jardines.
En los pintorescos altos de San
Bartolomé, coronados de casas de campo, se ha construido una iglesia adosada al
convento de monjas de la enseñanza, donde se da instrucción gratuita a más de
200 niños pobres. Otro notable edificio dirigido por los señores hermanos
maristas (¿Marianistas querrá decir? Donde se da educación a más de 300 jóvenes.
El gran palacio de Ayete, de la señora duquesa de Bailén, que ha sido en varios años residencia de la reina Doña Isabel II y últimamente de la reina Doña Cristina (la reina María Cristina), hasta este año de 1893, que, terminadas las obras del suyo particular, ha ocupado por primera vez su casa de Miramar.
Fuera del ensanche se han
edificado dos asilos, el uno de las Hermanitas de los Pobres y el otro llamado
de Matía, al cuidado de las Hermanas de la Caridad y bajo 1ª dirección de una
Junta presidida por el Sr. D. Ricardo de Bermingham.
En el ensanche de Amara gran
edificio para escuelas de niños de ambos sexos y en los terrenos llamados de
Morlans, por la cañería antigua o Fuente de la Salud, la gran Fábrica de Gas
por cuenta del Ayuntamiento, quien ha adoptado y sigue adoptando todas aquellas
mejoras que reclaman los adelantos del día, siendo una de ellas la instalación
de dos kioscos con gabinetes de descanso
para comodidad del vecindario.
Seguro estoy que nadie esperaba
que en tan corto tiempo se realizaran tantas maravillas, debido en su mayoría a
los dones que la Naturaleza ha prodigado a este noble solar y como muestra de
imparcialidad me tomo la libertad de copiar unos párrafos de un notable
escritor, el Sr. Coroleu, extraño a este país, que en un artículo publicado en La Voz de Guipuzcoa, entre otras cosas,
dice lo siguiente:
“Desde el centro de la Concha,
que ocupa el grandioso edificio del Hotel Continental, frente a la entrada de
bahía, vese a la derecha la perspectiva de la población, que es soberbia y
produce el efecto de una población de primer orden por la magnificencia de los
edificios, descollando sobre todo la importante fábrica del casino con su
espaciosa escalinata, sus esbeltas y sus cúpulas monumentales. A la izquierda
termina aquella dilatada serie de construcciones con la residencia Miramar.
“En el magnífico edificio de la
Diputación, y reedificado desde que lo consumió un incendio en 1885, se ha
hecho un verdadero alarde de artística fastuosidad. El lujo de su decorado podría
ponderarse diciendo que corre parejas por su mérito con la sabía distribución
del local, en todos conceptos inmejorable.
“San Sebastián, como sitio
privilegiado por los dones que le ha favorecido la Naturaleza, resulta una de
las más hermosas poblaciones de Europa. El Boulevard, la Alameda, la Avenida de
la Libertad y la Concha son sitios que pueden competir en grandiosidad y
belleza con los más renombrados de su clase. La ciudad vista desde la estación
del ferrocarril al ir a tomar el puente de piedra que conduce al Boulevard,
ofrece una perspectiva que recuerda la de los muelles de Burdeos. Sus edificios
son ostentosos, sus calles anchas y magníficamente empedradas, sus
cafés-restaurantes muchos y lujosos; sus fondas comparables a las mejores del
extranjero. Todo esto unido al movimiento de coches de lujo, a la elegancia de
los transeúntes, al continuo ir y venir de trenes y a la bulliciosa animación
de su playa, hace de ella una ville—d´eaux
de primera categoría. Tiene además una excelente biblioteca popular, magníficos
frontones y una hermosa plaza de toros; el paseo del Rompeolas, sitio admirable
en el cual se ve al Cantábrico arremeter bravío e imponente contra los peñascos
del muelle y de los montes vecinos, y un cinturón de bosques que le rodea como
un inmenso almohadón semicircular de peluche,
en el cual agotó la Naturaleza todos los tonos de esa infinita gama del verde
vegetal, que es la desesperación de los pintores.
“Comprendo que San Sebastián sea
el sitio predilecto de los veraneantes de buen tono. Lo que no acierto a
comprender es que haya en España una población que sueñe disputarla esta
primacía, porque ya es milagroso que por una vez se hayan reunido tantos y tan
maravillosos atractivos en un solo punto.”
San Sebastián/Donostia, 3 de
septiembre de 2018
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